XEBRE DELICATESSEN


Tienda de productos artesanos de calidad.

Xebre tiene como producto central los quesos, de diferentes tipos y Denominación de Origen de Galicia.

También ofrece todo tipo de productos relacionados, la miel, mermeladas, licores, chocolates.....

LA CERVEZA ARTESANA

¿QUE ES UNA CERVEZA ARTESANA ?¿EN QUE SE DIFERENCIA DE UNA CERVEZA TRADICIONAL ?
                          
Una cerveza Artesana no ha sido pasteurizada ni filtrada lo que le permite mantener toda las propiedades nutritivas y organolépticas. 



Es 100% natural, no contiene antioxidantes ni estabilizantes, ni aditivos, ni colorantes, ni conservantes.
Una buena cerveza artesana no contiene azucares añadidos ya que en su elaboración los azucares son obtenidos exclusivamente de la malta.
Tampoco incorpora Co2 añadido artificialmente ya que la carbonatación se genera de modo totalmente natural.
Una buena cerveza artesana se ha elaborado exclusivamente con una selección de la mejores maltas, normalmente malta de cebada o trigo y Lúpulos en Flor.

La Malta:
Una buena cerveza artesana se ha elaborado con una selección de la mejores maltas, normalmente malta de cebada y/o trigo, y en la medida de lo posible utilizando materias primeras de proximidad.
La utilización de arroz y maíz es un recuso extendido entre las multinacionales cerveceras, su menor coste con respecto al de la malta y su elevado contenido en almidón hacen de ellos el sucedáneo ideal del principal ingrediente de la cerveza.  

El lúpulo:
Una buena cerveza artesana se ha elaborado con una selección de Lúpulo en flor
El  lúpulo es el producto esencial que otorga el carácter, el aroma y el amargor característico a la cerveza.
Se trata de un producto muy delicado y únicamente es posible utilizarlo fresco durante los pocos meses de su cosecha (agosto-octubre) fuera de este intervalo se debe acondicionar, de manera que el mercado presenta diversas formas que van desde el lúpulo deshidratado hasta extracto de lúpulo.
Lógicamente, en cada manipulación el lúpulo va perdiendo sus genuinas características organolépticas y no es lo mismo utilizar un lúpulo fresco que un aceite de concentrado de lúpulo.
La variedad y el frescor del lúpulo influirán muy sensiblemente y de modo determinante en la calidad final de la cerveza.
Fermetación lenta y progresiva:
En una cerveza artesanal, la carbonatación se ha producido íntegramente durante la fermentación de modo natural. Después de una primera fermentación (que puede durar de dos días a dos semanas) donde las levaduras transforman los azucares en alcohol, la cerveza experimenta una segunda fermentación en botella o en barril. 
En esta segunda fermentación el producto madura y adquiere las principales características que configurarán su personalidad. 
Es aquí cuando se genera de modo totalmente natural el dióxido de carbono, que si bien no tiene sabor, incide de modo evidente (espuma y burbujas) en la percepción sensorial  y en la percepción final de los aromas y sabores característicos de la cerveza.
Una característica distintiva de la cerveza artesana es que no ha sido filtrada, de este modo no pierde sus propiedades nutritivas. Durante la segunda fermentación se produce un característico sedimento de levadura en botella, muy rico en vitamina B.
Un proceso industrializado en un afán de reducir tiempos y costes de producción tiende a acelerar la fermentación aumentando la temperatura o añadiendo azucares. Esta fermentación acelerada genera subproductos y los alcoholes superiores no deseados.


En una cerveza Artesana el alcohol es fruto de una fermentación lenta y progresiva lo que evita la creación de alcoholes superiores que son los que en su mayoría producen dolor de cabeza. Una cerveza artesana bien elaborada no produce resaca. 
Una cerveza  artesana tiene una producción personalizada y limitada, se elabora con esmero y PENSANDO EN EL PRODUCTO y no en la productividad. 

 EN XEBRE YA TENEMOS CERVEZA ARTESANA GALLEGA

Cinco cosas prohibidas en otros países que comemos en España



A lo largo del tiempo, muchos alimentos que considerábamos comunes se han retirado de nuestra dieta después de que los científicos demostraran posibles efectos perniciosos sobre nuestra salud. La conveniencia de tomar o no determinadas sustancias, sobre todo los temidos colorantes y conservantes, ha generado gran controversia entre los científicos, y la polémica se aviva cada vez que aparece un estudio asociando algunas sustancias con la aparición de cáncer o problemas mentales.

La legislación alimentaria se mueve siempre en un tira y afloja entre las autoridades gubernamentales, los científicos, la industria y los grupos ecologistas, que acaban generando un batiburrillo informativo en el que es difícil sacar conclusiones. En un intento por arrojar algo de luz sobre el asunto los nutricionistas estadounidenses Mira Calton y Jayson B. Calton acaban de publicar el libro Rich Food, Poor Food (Primal Nutrition), un manual sobre los ingredientes que aparecen en los productos comerciales y que, según ellos, deberíamos evitar.

En su opinión, hay una serie de aditivos que es mejor no consumir, pese a que sigan siendo legales. Las principales autoridades sanitarias, la Food and Drug Administration de EEUU (FDA) y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (AESA), siguen debatiendo su prohibición, debido a diversos estudios que asocian su consumo con problemas de salud. Estos son los 5 ingredientes que están en el punto de mira.

1. Tartracina (E-102)

La tartracina es un colorante artificial muy común en la industria alimentaria, que en Europa se etiqueta como E-102. Está presente en alimentos de todo tipo: bebidas, purés, patatas fritas, repostería, sopas instantáneas, helados, caramelos, chicles, mermeladas yogur, gelatinas… En general puede estar en cualquier alimento de color amarillo o naranja. Es además el colorante que se comercializa para “amarillear” las paellas.

Se trata de uno de los colorantes más cuestionados desde la publicación en 2007 de un estudio en The Lancet que asociaba su consumo, y el de otras cinco sustancias, con el aumento de la hiperactividad en los niños. El estudio causo una gran polémica, y muchos científicos se mostraron en contra de sus resultados, pero tanto la FDA como la AESA abrieron investigaciones sobre el asunto. La AESA solo detectó que la tartracina podía causar reacciones de intolerancia, como irritaciones cutáneas, en un pequeño porcentaje de población, pero el debate sobre sus posibles efectos adversos reaparece recurrentemente. En opinión de los Calton, es un colorante que debe evitarse siempre que sea posible dado su origen: tintes derivados de alquitrán de hulla.

Su uso alimentario está prohibido en Noruega y estaba prohibido en Austria y Alemania, pero dado que la AESA aprobó su uso, las políticas locales sobre el colorante dejaron de tener efecto es estos dos países. Su prohibición, no obstante, se sigue debatiendo en Europa y Estados Unidos.

2. Olestra

La olestra es un aditivo alimenticio que se desarrolló en los años 70 para sustituir a las grasas naturales. Se utiliza en la preparación de alimentos que suelen contener una gran cantidad de grasas, como las patatas fritas, debido a su capacidad para freír los alimentos sin aportar a estos calorías ni colesterol. Su uso está prohibido en Canadá y lo estuvo en Reino Unido.

La FDA no quería que se etiquetaran como saludables productos que están en lo más alto de la pirámide alimentaria, y que empuja a consumir con moderación, por lo que fue siempre reticente a la aprobación del aditivo. No obstante, después de casi dos décadas de burocracia, y debido a las presiones, la FDA aprobó la sustancia a finales de los 80 para su uso en patatas fritas, galletas y otros snacks que en seguida se etiquetaron como light. Los productos fueron un éxito, pero en 1996, la FDA renovó la licencia obligando a las marcas a etiquetar en los productos con olestra sus conocidos efectos secundarios. Las ventas cayeron en picado en cuanto los consumidores encontraron una etiqueta que decía lo siguiente: “Este producto contiene Olestra. Olestra puede causar cólicos abdominales y diarrea. Olestra inhibe la absorción de algunas vitaminas y otros nutrientes. Se han añadido vitaminas A, D, E, y K”.

Hoy en día la olestra sigue siendo legal en Estados Unidos y la Unión Europea y puede encontrarse en determinadas marcas de patatas fritas comerciales. Aunque la obligación del etiquetado se levantó en 2003, las ventas nunca se recuperaron. En 2011 un estudio de la Universidad de Purdue constató, además, que el consumo de patatas fritas con olestra durante un tiempo prolongado provocaba un aumento mayor de peso que la ingesta de patatas fritas convencionales.

3. Amarillo crepúsculo (E-110)

El colorante alimenticio “amarillo crepúsculo”, que se etiqueta como E-110, está presente en alimentos como mermeladas de albaricoque, galletas y productos de pastelería, sopas instantáneas, batidos de chocolate, harina para rebozar y margarinas. También es responsable del color anaranjado de los Doritos Tex-Mex.

El E-110 se fabrica a partir de hidrocarburos aromáticos de petróleo y estaba presente también en el estudio de The Lancet que lo relaciona con la hiperactividad. Además, es responsable de reacciones alérgicas en personas con intolerancia a la aspirina. En 2009 la AESA redujo la cantidad diaria máxima que aconseja consumir, de 2,5 mg/kg a 1,0 kmg/kg, por los supuestos efectos cancerígenos que podría ocasionar su ingesta en cantidades mayores. En 2011 se anunció una nueva reducción, en esta ocasión en las bebidas, de 50 mg/L a 20 mg/L.

Su uso alimentario está prohibido en Noruega. También lo estaba en Finlandia pero, al igual que la tartracina, dado que la AESA aprobó su uso, las políticas locales sobre el colorante dejaron de tener efecto.

4. Azul brillante FCP (E-133)

El azul brillante FCP es un colorante, tóxico a partir de ciertas cantidades, que estaba prohibido en numerosos países europeos antes de que la AESA aprobara su uso alimenticio (aún está prohibido en Suiza). Se usa, principalmente, para colorear de azul helados, dulces y bebidas (es el colorante que da su tono característico a algunos refrescos para deportistas y a las bebidas de tipo blue tropic).

Según las autoridades, no entraña ningún riesgo siempre que su ingesta máxima no exceda de 12.5 mg/kg de peso corporal. Según algunos estudios podría provocar reacciones alérgicas en personas que ya padezcan de asma pero, al margen de esto, hay varios estudios que insisten en su inocuidad.

5. Butilhidroxianisol y Butilhidroxitolueno (E-320 y E-321)

Estos antioxidantes de nombre impronunciable, y origen sintético, proceden de la industria petrolera y se utilizan en alimentación, muchas veces combinados ya que potencian mutuamente sus efectos, para evitar la degradación de las grasas. Aunque su presencia se ha ido reduciendo con el tiempo, siguen siendo compañeros habituales de algunos productos, principalmente snacks salados. Su uso está autorizado en la mayoría de países (en Europa está permitida su presencia, conjunta, hasta en 200 ppm del total de la grasa), excepto en Japón, donde está prohibido desde 1958 y en Australia, donde no se permite su consumo a los niños.

Algunos estudios han mostrado que el BHA y el BHT (menos habitual) tienen propiedades potencialmente cancerígenas. Aunque todavía no hay una evidencia sólida al respecto, y hay estudios que se contradicen, la Organización Mundial de la Salud ha rebajado recientemente su ingestión diaria admisible, y cada vez más empresas lo están retirando de sus preparados.

Estrategia "Más alimento, menos desperdicio"


                                     

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para el año 2050 la producción mundial de alimentos deberá incrementarse en un 70 por ciento para abastecer el aumento previsto de la población de 7.000 a 9.000 millones de habitantes.
No obstante, la Comisión Europea estima que cada añose desaprovechan más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, es decir 1/3 de la producción mundial, de los que 89 millones de toneladasde comida en buen estado se despilfarran cada año en la Unión Europea y 8 millones en España.
Las pérdidas y el desperdicio de alimentos pueden producirse en todos los eslabones de la cadena alimentaria; en el campo, en las industrias de transformación, en la fase de distribución, en los comedores escolares y restaurantes y en las casas de los propios consumidores. Las causas no son siempre las mismas y varían según el tipo de producto, según la producción, el almacenamiento, el transporte, el envasado y por último, los malos hábitos o la falta de concienciación de los consumidores.
Hasta la fecha, no se ha prestado mucha atención a las consecuencias del no consumo de los alimentos  aprovechables, ni se ha realizado un estudio exhaustivo para ello. Las pérdidas y desperdicio de alimentos no solo representan, desde una perspectiva global, unaoportunidad desaprovechada de alimentar a una población mundial en aumento, sino que en el actual contexto de crisis económica, en el que la sociedad atraviesa momentos difíciles y debido al cual  se ha incrementado el número de personas en situación de vulnerabilidad social,  la reducción de este desperdicio alimentario sería un paso preliminar importante para combatir el hambre y mejorar el nivel de nutrición de las poblaciones más desfavorecidas.
El Parlamento Europeo, el 19 de enero de 2012, en su propuesta de Resolución sobre cómo evitar el desperdicio de alimentos: estrategias para mejorar la eficiencia de la cadena alimentaria en la EU, insta a los Estados miembros y a los agentes de la cadena agroalimentaria a que aborden urgentemente el problema de las pérdidas y el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro y de consumo y formulen directrices sobre vías de mejora de la eficiencia de la cadena agroalimentaria sector por sector y las apoyen, y les insta a que incluyan esta cuestión como prioritaria en la agenda política europea.
Por todo ello, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha elaborado la Estrategia "Más alimento, Menos desperdicio”, que se enmarca dentro de las políticas de sostenibilidad promovidas por este Ministerio y que  tiene como finalidad fomentar la transparencia  el diálogo y la coordinación entre los agentes de la cadena alimentaria y las Administraciones públicas y desarrollar de manera organizada, coordinada y estructurada, actuaciones comunes que contribuyan a un cambio real en las actitudes, procedimientos de trabajo y sistemas de gestión de todos los agentes de la cadena,  que permita limitar las pérdidas y el desperdicio y reducir las presiones ambientales.


Debido a que el problema de las pérdidas y el desperdicio alimentario afecta a todos los eslabones de la cadena de suministro y que numerosos factores influyen en él, la Estrategia se enfrenta al reto de lograr la participación de todos  los sectores de la sociedad, involucrando en su elaboración y en su puesta en práctica a Administraciones Públicas, empresas y operadores relacionados con la cadena alimentaria, asociaciones y a la sociedad en su conjunto. Solo así es posible reducir las pérdidas y  el desperdicio de alimentos en todos los ámbitos de la cadena de suministro.

Dormir la siesta mejora el ánimo, la creatividad y la productividad

La siesta reparadora además de ayudar a descansar y a recuperar energías aumenta la productividad laboral. Así lo reveló un informe en el que participaron especialistas del Conicet y que fue difundido durante la semana del Sueño, la siesta y la calidad de vida, que se celebra en Argentina hasta el sábado próximo.


Los investigadores recomendaron darle una pausa al ritmo de vida sobre todo en las grandes ciudades, para poder gozar de los beneficios fisiológicos naturales que genera el buen dormir.
Daniel Vigo, investigador asistente del Conicet en el Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), indicó que "dormir cambia la forma en que respiramos y en la que nuestro corazón late".
Vigo explicó que "las alteraciones prolongadas en la cantidad o calidad de sueño se asocian con la aparición de distintas enfermedades, como la obesidad, la diabetes y la hipertensión".
El tiempo que debe dormirse por día es aprox. de ocho horas, en las grandes ciudades el promedio son 6.
En ese sentido, el informe difundido por el Conicet insistió en que la siesta es muy beneficiosa, especialmente cuando tiene una duración de menos de 45 minutos y se realiza antes de las 16. (4pm)
El investigador añadió también que distintos estudios señalan que el hábito de realizar pequeñas siestas se asocia a un menor riesgo de padecer distintas patologías como las cardiovasculares o la enfermedad de Alzheimer.
 Por lo que se ve, la siesta deja de ser, solo un tópico tipico de España