XEBRE DELICATESSEN


Tienda de productos artesanos de calidad.

Xebre tiene como producto central los quesos, de diferentes tipos y Denominación de Origen de Galicia.

También ofrece todo tipo de productos relacionados, la miel, mermeladas, licores, chocolates.....

Cocina en miniatura en Orense: tapas tradicionales y un poco de innovación .

Promovido por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Ourense y por la Unión de Hosteleros de esta ciudad, hoy lunes tendrá lugar el Taller gastronómico Cocina en miniatura: tapas tradicionales y un poco de innovación, impartido por el Campeón Nacional de Pinchos y Tapas, Antonio González. (Restaurante Os Zagales, Valladolid).

El taller, gratuito y de 2 horas duración, va dirigido a los profesionales del sector y será impartido por este prestigioso experto en la cocina en miniatura que, a lo largo de sus más de 20 años de trayectoria profesional, ha ganado más de 13 premios en concursos gastronómicos, entre los que destaca el recibido como Campeón nacional de la tapa en el VI Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de la Ciudad de Valladolid (2010).

Esta iniciativa de formación hostelera forma parte del programa gastronómico del II Concurso Gastronómico de Pinchos – Primavera 2012.

Los talleres gastronómicos, de amplia y cada vez mayor aceptación en el sector hostelero, se vienen realizando desde el año 2008 en el contexto de las Jornadas Sabores de Otoño, dentro de un programa de colaboración entre la UHO y la Concejalía de Turismo de la ciudad.

Alimentos ecológicos y locales

 
El ser humano es una transformación de los alimentos, decía el dietista Víctor Poucel; cuando se alimenta es «invadido e informado en todo su organismo vivo por el juego multiforme del universo.

El alma del hombre y el alma del vegetal contenida en la semilla están sometidas a los mismos factores cósmicos para su fructificación: el fruto del alma humana, regada y bendecida por las influencias del cielo y nutrida por la tierra, es el conocimiento y la bondad consecuente del buen pensar, el buen decir y el buen hacer. El fruto de la semilla regado por las ubres del cielo, amamantado por los nutrientes de la tierra y protegido por los brazos de los hombres es la donación y el sacrifico de un reino, el vegetal, que se acerca a la conciencia cuando el hombre se alimenta con sus savias, nutrientes y tejidos, su substancia; es la donación de una energía de vida, una fuerza vital llena de sol y de tierra, de antepasados que yacen en la umbría del olvido de los siglos para transformarse en Ser Humano.

El ser humano es una transformación de los alimentos, decía el dietista Víctor Poucel; cuando se alimenta es «invadido e informado en todo su organismo vivo por el juego multiforme del universo. Y en este juego están entremezclados cuerpo y espíritu; el hombre está insertado en el universo y lo capta en los modos más elementales y fundamentales de su expresión. Por medio de su cuerpo, el hombre asimila el universo entero» (Jean Hani).

Los que nos conocen saben que siempre intentamos dotar a la naturaleza de una diversidad de sentidos; cualquiera de sus elementos es susceptible de una interpretación simbólica, que ayudará a un conocimiento más real de lo que tenemos entre manos. En esta ocasión queremos escribir sobre la semilla como factor clave en lo que se viene llamando la soberanía alimentaria de los pueblos. Y para producir ese acercamiento a este diminuto misterio -pues «la semilla brota y crece sin que se sepa cómo»-, a veces tan minúsculo como el grano de mostaza, queremos recordar sólo una más de las muchas analogías que hay sobre su esencia, que nos hará mirar cada nueva semilla que caiga en nuestras manos como un auténtico canto a la capacidad creadora de la naturaleza. Y quizá las valoremos entonces en su justa medida, y defendamos, en consecuencia, el derecho inalienable de los pueblos a recoger sus propias semillas, derecho que en estos tiempos está siendo violado por los intereses crematísticos de una industria agroalimentaria que ha convertido la sacralidad del alimento en mercancía.

La semilla contiene el fruto de nuestro alimento, es una potencia latente que se realiza cuando “muere” en la oscuridad de la tierra; por eso, desde el origen de los tiempos el hombre ha visto en ella un poderoso símbolo de su propio renacimiento espiritual; sólo en la oscuridad de la negación de lo que no se es, se llega realmente a ser. En ambos casos la idea-potencia sólo fructifica si se entierra, no hay cosecha sin siembra. Y esta analogía se repite desde el inicio de los tiempos como una enseñanza simbólica, que va directa al corazón del hombre abierto al lenguaje de la naturaleza, y se repite en la sinfonía inaudita de una miríada de variedades vegetales, que imitan al infinito en su variedad de formas, colores, texturas, sabores y olores, y en su circularidad eterna, semilla-fruto-semilla.

Diez alimentos que le harán sentirse más feliz .

Diez alimentos que le harán sentirse más feliz .
Todos nos hemos sentido alguna vez de un ‘humor de perros’, en la mayoría de las ocasiones sin razón aparente que lo justifique. Para muchos, la solución a este estado de ánimo es consumir alimentos inadecuados (generalmente comida basura), lo que no solo no contribuye a mejorar su salud sino, lo que es peor, infuye aún más negativamente en su estado de ánimo.

Pero ¿y si existiera un tipo de comida saludable que también pudiera actuar como un anti-depresivo natural? Hay alimentos que cumplen estos requisitos. El portal listverse.com publica un artículo firmado por Gregory Arden, en el que el autor selecciona diez alimentos que pueden contribuir a mantenernos más sanos y sobre todo, más felices.

Acelgas

Esta hortaliza a menudo poco apreciada, especialmente por los más pequeños, contiene una gran cantidad de magnesio, un nutriente que es parte vital de las reacciones bioquímicas que aumentan los niveles de energía en el cuerpo humano. Un estudio realizado en 2009 por Australian and New Zealand Journal of Psychiatry (Diario de Psiquiatría de Australia y Nueva Zelandia) desveló que los niveles bajos de magnesio se asocian con las cotas más altas de depresión.

Chocolate negro

El chocolate negro posee una serie de beneficios que no figuran en otros tipos de chocolates (con leche u otros ingredientes añadidos). Mejora el flujo de sangre al cerebro y proporciona un impulso inmediato favorable a la concentración y el estado de ánimo, lo que le ayuda a sentirse más enérgico y vibrante. Sin embargo, no conviene abusar: La publicación Journal of Psychopharmacology (Diario de Psicofarmacología) asegura que para obtener estos beneficios únicamente se necesita una pequeña cantidad diaria de este producto.


Coco

A pesar de que el coco se cataloga frecuentemente entre los postres más insalubres, este fruto contiene triglicéridos de cadena media –una fuente única de calorías caracterizada por una oxidación rápida y completa y exenta de depósitos grasos– que mejoran el ánimo y ayudan a la salud general del cerebro. La leche de coco o las virutas de coco sin endulzar resultan también igualmente saludables.

Espárragos

Los espárragos contienen altos niveles de folato (ácido fólico) y triptófano (aminoácido esencial). Los niveles bajos de folato se han vinculado a la depresión en un gran porcentaje de casos de depresión, según investigaciones recientes. El triptófano es también utilizado por el cerebro para generar serotonina, que es uno de los neurotransmisores del cerebro humano que contribuyen a la estabilización del estado de ánimo general.

Huevos

Los huevos contienen de entre moderadas a altas cantidades de proteínas, zinc, vitamina B, yodo y ácidos grasos Omega-3; que no solo le mantendrán con energía, sino también con la sensación de tener el estómago lleno por más tiempo. Un estudio realizado en 2008 por el International Journal of Obesity (Diario Internacional sobre la obesidad) descubrió que las personas que habían ingerido huevos en el desayuno perdían considerablemente más peso que aquellos que tomaban bollería.

Mejillones

Estos conocidos moluscos contienen de entre moderadas a altas cantidades de vitamina B12, selenio, yodo, proteínas y zinc y son, además, bajos en calorías y grasas. El yodo, el selenio y el zinc apoyan a la glándula tiroides en su función de regular el estado de ánimo y el peso. La vitamina B12 ayuda a fortalecer y aislar las células del cerebro.

Miel

En lo relativo a la salud, la miel es mucho mejor que el azúcar normal. Contiene kaempferol y quercetina, que ayudan a prevenir la depresión y a mantener el cerebro sano. También evita el almacenamiento de grasas causadas por el azúcar ordinario, al tener un menor impacto en los niveles de azúcar en la sangre.

Patatas azules

Las patatas azules no son precisamente un alimento que pueda encontrarse fácilmente en el mercado. Sin embargo, contienen poderosos antioxidantes conocidos como antocianinas, que disponen de cualidades neuro-protectoras, como la reducción de la inflamación del cerebro –que es comúnmente asociada a la depresión– y el incremento de memoria a corto plazo. También ayudan a la glándula tiroides, gracias al yodo que se encuentra en su cáscara.

Tomates

Todas las variedades de tomates contienen una sustancia conocida como licopeno, que les otorga el color rojo característico y que resulta ser un antioxidante que combate la inflamación del cerebro y lo protege. Para obtener mejores resultados, es recomendable consumirlo con aceite de oliva que, entre otras muchas cualidades, contribuye a aumentar la absorción del licopeno.

Yogur griego

El calcio –que el yogurt griego contiene en grandes cantidades, más incluso que la propia leche– ayuda al cerebro a liberar neurotransmisores que inducen a la felicidad. El yogurt griego, además, aporta más proteínas que el yogur normal, lo que facilita la pérdida de peso.